No te miento, siempre supe que volverías algún día.
Ni siquiera físicamente... eso era pedirle demasiado al destino, demasiado a la suerte: demasiado perdón de tu parte.
Sí esperaba que te aparecieras en sueños y en esos pensamientos que niego siempre tener sobre ti.
Pero no te miento, no esperaba cruzarme contigo en la calle. No confíe en que las rutas finalmente se entrecruzarían, pese a mi afán por evitarlas.
No esperaba verte igual que hace tanto tiempo atrás.
No te miento: reconocí tus ojos de inmediato entre el resto de los rostros y cientos de pequeños puntos se clavaron en mi estómago, dejándome al borde del asco y de lado de la emoción.
Y reconocí esa mirada que desee no tener nunca más sobre la mía.
No te miento, de haberlo sabido, habría deseado no encontrarte nunca.
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viernes, 26 de diciembre de 2008
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